miércoles, octubre 29




Hay momentos en los que escuchar cierta canción es tan perfecto, tan exacto, que sentís que te va a estallar la cabeza. Y es terrible, y es hermoso, y es el límite exacto entre la cordura y la locura. Hay canciones tan perfectas que sobrepasan tus sentidos y se vuelven insoportables.
Tengo un vecino que se volvió loco a los 16 años. Así digo yo: "repentinamente enloqueció", porque no lo recuerdo, fue hace muchos años, pero también porque nunca me animé a
preguntar. Hoy, en este preciso instante en que me levanté de la cama, encendí la luz y busqué un cuaderno para pensar... hoy me pregunto si no habrá sido ese el momento en que se transformó. Sabiendo que se encontraba en un mundo en el que no encajaba, como yo, se refugió en su música, pero esta sobrepasó sus sentidos y repentinamente enloqueció. Tal vez a mi me hubiera pasado lo mismo de no haber frenado la música para escribir esto. O tal vez ya haya enloquecido.


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