jueves, mayo 26

Me ahogo

Cuando entendemos qué nos ocurre se vuelve todo un mar: amplio, profundo y azul. Nos recostamos sobre el colchón viejo, nos hundimos en él, nos tapa. La habitación se dilata, se triplica en tamaño y nosotros nos volvemos insignificantes, pequeños indefensos inversos entre sábanas y con los ojos cerrados. Tratamos de dormir, pensamos que soñamos aunque sólo estemos viviendo lo que no queremos vivir. Hacemos lo que no se hace y despertamos pero todo ya está hecho.
Echamos la culpa y damos explicaciones. Nos sumergimos en nosotros mismos, la ciudad nos consume, lo que amamos nos consume, nos comemos a nosotros mismos y terminamos devorándonos al mundo. Las relaciones se vuelven inestables, los errores son inaceptables, los acuerdos ya no existen, los códigos se rompen, las risas se enmascaran. Buscamos un canal diferente para comunicarnos y tratar de entendernos. Persuadirnos por donde más débiles somos. El tiempo corre y somos incapaces de darnos cuenta qué nos está ocurriendo. 
La sensación a envidia y rencor corre por el cuerpo y nos convencemos de que la razón está en nosotros. Leyendo podemos llegar hasta donde llegan los especializados. Inventamos recursos para justificarnos y solucionar. 
El vaso se va llenando, con el vaso medio lleno nos vamos conformando y mojando de soledad. La gota cae y el mundo se vuelve una gran pelota que rueda tras nosotros. Esa gota se convierte en  ese mar en el que nos hundimos porque sabemos que nos creamos una realidad paralela a la de los demás y ahí confesamos qué nos ocurre.

jueves, mayo 5

último momento

La gran boda real. La muerte de Bin Laden. El festejo de los Yanquis. El Barcelona en la final de la Champions. Messi goleador. Las declaraciones de Victoria Montenegro. Sofía Gala fumando un porro y su madre confesando que ella también lo hace. Cristian U., ganador del Gran Hermano 2011. La reunión de Moyano y sus no sé cuántos seguidores. La muerte natural (cabe aclarar) de Ernesto Sabato. Y las mismas cositas de siempre (gobierno vs. Clarín, oposición y oficialismo, y un poco más de Juana Viale y el economista Lousteau, etc.,etc.,etc.)
Sí, esta es la lista de las cosas que no debo olvidar de ahora en más porque fui testigo y mi testimonio por ello dentro de unos años va a valer mucho. Qué lindo vivir aquí y ahora. Una semanita de todo un poco (para no aburrirse, sí depremirse)

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