domingo, noviembre 14

Bad Things That Could Happen

Atino a escribir sobre vos pero no voy a darte el lujo de que lo leas y pienses cuán pendeja soy cuando no soy yo la que hago pendejadas sino que me han dejado como tal enfrente de vos. 
Nos creemos lo suficientemente importantes para creer que marcamos la vida de las personas y después hay que recordarles a tus conocidos la fecha que dejaste la vida. 
Por esos días que no son feos pero nos sentimos feos por dentro y nos miramos al espejo y encontramos pelos en todas partes de nuestro cuerpo poniéndolos de excusa del por qué perdimos la belleza; nos preguntamos si alguna vez vamos a conformarnos.
Si alguien alguna vez alguien me dijo que no está bien conformarse, qué días feos le esperan entonces. Y no estoy hablando de morir en la costumbre.
Cuando cerramos etapas en nuestra vida, o conseguimos logros comenzamos a replantearnos todo. Y ahí, es ese momento, es cuando me dan ganas de dormir. Debo tener una vida en los sueños extremadamente interesante para que mi cuerpo elija todo el tiempo querer vivir adentro de mi inconsciente. No quiera levantarse para ir a rendir un parcial, no escuche los despertadores, se duerma arriba de los resúmenes, en un sillón arriba de la lancha, me levante sudada y llorando, y planifique el día de acuerdo a la horas que va a dormir. 
Si duermo doce horas diarias y voy a estar la mitad de mi vida durmiendo, carpe diem! Feliz moriré de haber hecho lo que me gusta la mitad de la vida ¿quién logra eso?
Dejen que duerma tranquila, que tenga dulces sueños y me conforme con lo que quiero.

No hay comentarios.:

Seguidores