Un día pesado y aburrido,
sin sentido,
a ver si hay suerte
y mañana es uno de esos días alegres,
¿y porque no?
Si la tristeza viene sin motivo,
¿Por qué no vendrá la alegría por el mismo camino?
¿acaso no vienen siempre paralelas?
En algún punto se tendrán que encontrar,
en el camino de vuelta de uno y de llegada del otro.
¿Cómo seria un día sin tristeza o sin alegría?
no me imagino,
o quizás si,
quizás esté confundiendo la nada de hoy con la tristeza,
quizás este sea un día sin nada,
ni triste ni alegre.
Un día hueco de sentido,
un respiro,
lastima que se haya ido sin haberlo aprovechado,
podía haberme dedicado
a estar sentada en un silla viendo pasar las nubes,
mirando la pintura de la pared
y alabando las excelencias del lavarropas.
Un día sin sentido que nos roba un poco de vida,
como un descanso entre tantos sentimientos opuestos,
sin sentir nada, pero
¿no será entonces un día hueco?
Y si, es lo que estaba diciendo,
que hoy tuve un día hueco,
que pensé que estaba triste,
pero ni tan siquiera eso,
fue UN DÍA SIN NADA.
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