jueves, diciembre 30

Open your mind and close your ears

Hay una dicotomía, una gran dicotomía, sin límites pero bien diferenciada que a lo largo del tiempo está en constante devenir. Sin tener esa diferenciación conclusa pueden diversificarse y complementarse pero encontrarse de un lado definido significa sentirse poderoso, superior y sin culpas. En cambio, del otro lado del reparto, significa desdicha, culpabilidad y entendimiento.
No es una cuestión de ideología, o tal vez sí pero una vez que la separación se realiza dentro de cada uno puede optarse por un camino.
Personas que han pasado por ambas riendas (como yo) pueden hacer de eso hoy un texto. Un texto para concluir un año. Con mucha indignación y tristeza pero un orgullo que nos llena. La paradoja que resulta de todo esto es que los que pertenecen al segundo “grupo” están repletos de sentimientos desencontrados consigo mismos, con los demás, con las personas que aman por la simple razón de tener la suficiente sensibilidad de apiadarse de todos aquellos que no piensan como uno. Se culpabiliza por lo que el otro hizo por corresponder ni más ni menos que a su especie. Simpleza difícil de entender del superior que no supone una variabilidad en la relación medio-fin, “las cosas son así y no podemos responsabilizarnos de ciertos actos ajenos”.
No dudo de quien haya hablando tal vez un momento conmigo en los últimos meses esté entendiendo de qué estoy escribiendo.
Aquí no se trata de una división, de una exclusión o segregación. Menos una discriminación. Al contrario, hablamos los extraños, los raros, los atípicos, los que depende la época en la que vivan pueden denominarse de diversas maneras. Yo no pienso autodenominarme ni que lo hagan por mí, no pretendo ser diferente. Tal vez, incluso con mucha inseguridad, busco darle una vuelta de rosca a varias situaciones que entristecen y mucho. Darle respuestas a los cambios que hizo mi mente y ser uno mismo. No muy alejado de lo que muchas personas dicen de hacer y acaban metaforizando con acromáticos.
Si a texto resumen anual es la idea basta decir que esta dicotomía atormentó mi absoluto año. Feliz de que aquello haya sucedido. Abriendo un poco la mente y en muchas ocasiones solamente cerrando los oídos puede salirse fuerte de ciertas circunstancias lamentables e incluso jocosas.  Close your ears, sin dejar de aceptar lo que no es igual a nosotros o lo nuevo. Resulta una autodefensa para que no nos desbasten y nos vuelvan vulnerables ante su calamidad.

Buen año para todo aquel interesando. No hace falta un 31 de diciembre para proponerse nuevas metas. Cada vez que cambia la hora comienza algo nuevo, a veces lo años transcurren muy rápido y otras veces no  se merecen lo doce meses. No utilicen pirotecnia, no recen ni coman carne. Escuchen buena música y hagan muecas en las fotos.


Los admira, Sofía.

1 comentario:

Marcos Sosa dijo...

Mil que no entraba en tu blog, siempre me gustó lo que escribiste, no se que es de tu vida pero espero que este bien! Beso Sofia

Seguidores