No voy a tirar por la borda todas las abstinencias que estoy logrando, no pienso decaer, la vida sigue. Sonrio, me dejo llevar, porque aunque no me sienta normal, estoy bien.
Estoy conmigo misma, es el momento en que me tengo que escuchar, esperarme y darle tiempo, al tiempo. Porque al fin y al cabo lo único que me pertenece, con diecisiete años, es el TIEMPO.
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